De ingeniera a bailarina
La vida es un misterio, una marea que te arrastra sin ser consciente, y que te lleva a lugares donde jamás pensaste que irías. Aquí comienza mi historia: la historia de una ingeniera que se convirtió en bailarina.
Recuerdo la primera vez que vi un video de una bailarina de Danza Oriental. Me pareció una danza hermosa, llena de sentimiento e historia, siempre quise aprenderla pero nunca encontraba ocasión. Llegué a pensar que el destino me tenía deparado otros caminos.
Matriculada en Ingeniería Forestal, mi horizonte vital estaba muy alejado del arte, hasta que allá por el 2004 decidí viajar a Egipto con unas amigas de la facultad... Y todo cambió.
Aquel viaje despertó en mí algo que todavía, a día de hoy, no consigo explicar, tenía la sensación de que algo estaba comenzando, y así fue. Una cultura muy opuesta a la mía, en la que sin embargo me sentía tremendamente cómoda, su música conectaba conmigo de una forma que no había experimentado antes, una magia que me envolvía y que me hacía sentir que estaba en casa.
Una noche en El Cairo cenamos en un restaurante, donde podías disfrutar de Leila, y así fue como vi por primera vez a una bailarina en directo: "entonces supe que quería convertirme en bailarina de Danza Oriental".
Conexión
Al regresar del viaje a Egipto me apunté a una escuela de Danza Oriental, y me sorprendió lo cómodo que se sentía mi cuerpo con los movimientos. Había conectado, ya no había vuelta atrás. Comenzó un viaje en el cual ha habido paradas que me han marcado para siempre.
Mi amor por Egipto, aquel país que se me hacía mi segundo hogar, me llevó a hacer el proyecto de fin de carrera en su tierra. Tras varios viajes como turista, decidí vivir allí de verdad. Seis meses en El Cairo, ciudad que nunca duerme, la mayor experiencia de mi vida a todos los niveles. Era la primera española que colaboraba con la Facultad de Agricultura de la Universidad de El Cairo.
La familia de mi tutor me "adoptó", lo que me permitió vivir el país desde dentro. Casualidades de la vida, o no, ocho millones de personas viviendo en la inmensa ciudad, y acabé siendo vecina de la maestra Raquia Hassan, lo que me permitió formarme de manera regular con ella durante aquel tiempo, y asistir a workshops con la leyenda viva Randa Kamel. Aquella etapa fue aprendizaje puro: su cultura, su lenguaje no escrito, su música, su alma. Doy gracias por todo lo vivido y aprendido.
Fui seleccionada para formar parte de la compañía Egyptian Art Dance, bajo la dirección del maestro egipcio Zouma. Compañía de amplia trayectoria realizando numerosos espectáculos en grandes cadenas hoteleras de Sharm el Sheij en Egipto, incluidas Hilton, Marriot y Experience en la temporada 2013. Recuerdo estar bailando, y como una joven me miraba sonriendo. No pude evitar pensar que años antes era yo quien miraba a una bailarina desde mi mesa soñando con bailar en ese gran salón. Había cumplido mi sueño.
Gracias maestros
Gloria Alba se convirtió en unos de mis referentes en la danza, grandiosa maestra y "mi madre" en la danza. Gloria me dio las bases que han sido mi referencia hasta el día de hoy. La paciencia y el trabajo, la profesionalidad y el respeto, la perfección en la técnica. Gracias Maestra por tus palabras, y enseñarme a empezar el camino como ha de hacerse.
Tras regresar de Egipto, me puse en manos de Eva Chacón, una de las mujeres más bellas que he conocido, magia pura, imposible no enamorarse de ella. Inmensurable todo lo que he aprendido de ella, y lo que sigo aprendiendo a día de hoy: La calidad de su trabajo, su gran conocimiento de la danza. Eva me enseñó sobre todo a confiar en mí, en mi trabajo, y se ha convertido en un referente de por vida.
Amplío mis conocimientos con flamenco árabe. El Flamenco era un gran desconocido para mí y no puedo imaginar mejor maestro para comprenderlo que Mónica Tello. Sus obras tienen sello propio, cargadas de belleza y profunda investigación. Aprendizaje más allá de la técnica, implicando mucho más que solo el cuerpo. Mónica me dio seguridad, me abrió un abanico de posibilidades que yo no creía capaz de hacer y me ha brindado la oportunidad de formar parte de proyectos únicos.
La belleza del folclore la aprendí de la mano de Mohamed y Estrella Ellafat. La raíz y el corazón de la danza impartidos por dos grandísimos profesionales. De ellos surgió el proyecto Meya Meya Group, Egipto en su más pura esencia.
En mi afán por ampliar mis conocimientos en la danza me formo también en danza contemporánea, modern jazz y danza clásica.